Ashol Klumar, conocido familiarmente con el apelativo de Mmunna contaba seis años de edad, y era el hijo único de Prasad y por lo tanto su único heredero.
Un 19 de enero de 1.951, cuando el niño recogía guayabas cerca de la tienda de su padre, peluquero de Kannauj, una importante ciudad del norte de la India fue vilmente asesinado con un cuchillo a manos de un barbero y un lavadero, familiares de Prasad, con el único motivo de eliminar al legítimo heredero y pasar uno de ellos a su lugar.
Después lo mutilaron y separaron la cabeza de su cuerpo, que amargamente tuvo que ser reconocida por su padre.
Los asesinos pronto fueron apresados, aunque posteriormente dejados en libertad por falta de pruebas, no comprobándose jamás su culpabilidad.
El padre quedó realmente destrozado y la madre sufrió una profunda depresión después de los acontecimientos.
Seis meses después de tan macabro suceso, en julio de 1951, nace un niño en otro barrio de Kannauj, hijo de Babu Ram Gupta, y al que ponen por nombre Shankar.
El niño nació con una cicatriz bajo el mentón, cicatriz que se extiende a todo lo largo del cuello y desde muy pequeño comenzó a mostrar un comportamiento extraño,. A los dos años comienza a pedir que le lleven a su otra casa, pregunta insistentemente por sus otros padres y reclama “sus” juguetes, que suele describir con total precisión y que según sus padres nunca tuvo.
Hay veces en que se muestra terriblemente atemorizado, y cuenta que recuerda como en su otra vida fue degollado por dos hombres mientras recogía guayabas.
Por si fuera poco, comienza a dar detalles correspondientes a la confesión de uno de los acusados sobre el asesinato del niño y que nunca fueron mostrados a la opinión pública, detalles de los que el acusado se retractó posteriormente.
En 1954 la historia de Shankar se corre como la pólvora por la ciudad, llegando a oídos de Jageshwar, que no duda ni un momento en ponerse en contacto con el chico. Sin embargo el padre se opone totalmente a ello. Siente temor de que puedan quitarle a su hijo, pero Jageshwar no cesa en su empeño, y el
Después de cumplir Shankar 18 años, ha ido olvidando paulatinamente parte de su vida pasada, sin embargo cada vez que se acerca al templo donde fue asesinado se muestra nervioso y amedrentado.
El caso llamó tanto la atención que fue profundamente analizado por diversos doctores y científicos comprobándose todo tipo de detalles, tanto las marcas de nacimiento como la posibilidad de que el niño tuviera conocimientos paranormales. Se entrevistó a los testigos, así como el comportamiento de los mismos, la posibilidad que hubiese un contacto anterior al caso entre las dos familias e incluso los datos geográficos de la aldea, llegando a la conclusión de que no había fraude alguno en el mencionado caso.
Me encantan los misterios. Este es fantástico!Pero el de los Urales me dejó, de verdad, conmocionado. Aunque todos son increíbles...Un abrazo.
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