Archiduque Francisco Fernando
Monseñor Joseph von Lanyi, obispo de Grosswardin (Hungría) se despertó El 28 de junio de 1914, a las cuatro y media de la madrugada especialmente agitado. Había sufrido una horrible pesadilla.
Intentó recomponer las escenas de tan desagradable sueño, y pudo al fin aclarar la secuencia exacta de los hechos: él entraba en su despacho y sobre una bandeja de plata en la que habitualmente su familia depositaba el correo, encontró una esquela con los ángulos enlutados. Un sello heráldico dibujaba sobre el papel las armas del Archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero al trono del Imperio Austro-húngaro.
Monseñor von Lanyi había sido preceptor y profesor de lengua húngara del archiduque, y entre ambos se profesaba un profundo cariño.
También en sueños procedió a abrir la carta para leer su contenido, que ya se presumía luctuoso por el ribete negro. Y en ese preciso instante cambió el escenario y la acción: apareció una gran polvareda que envolvía a un automóvil descapotable en el que viajaban Francisco Fernando de Austria-Hungría y su esposa, tocada ésta con un amplio sombrero negro. Mucha gente congregada por allí aclamaba el paso del vehículo.
De pronto aparecieron varias sombras, se oyeron detonaciones de disparos y el Archiduque le miraba fijamente con los ojos congelados y el rostro totalmente cubierto por la sangre. Tras ello, nuevas imágenes fantasmagóricas, largas filas de damas enlutadas musitando oraciones. Luego, las formas enlutadas se desvanecían y él se encontraba leyendo la esquela que temblaba entre sus manos. Decía así:
“Querido doctor Lanyi:
Quiero informarle que mi esposa y yo acabamos de morir en Sarajevo, asesinados alevosamente por un fanático. No nos olvide en sus oraciones.
Les saluda atentamente,
Archiduque Francisco Fernando”
Completamente impresionado ante las imágenes tan vívidas del sueño, no tardó en hacer partícipe del mismo a su madre y a su anfitrión.
Esa misma mañana 28 de Junio de 1914, el Archiduque Francisco Fernando vestido con uniforme de gala y acompañado por su esposa se dirigió al ayuntamiento de Sarajevo para una recepción con las autoridades locales. Viajaban en una comitiva de 3 automóviles descubiertos, haciendo una breve parada en el edificio de correos.
Siguiendo el cauce del rio Miljacka, ocurrió la primera intentona terrorista cuando les fue lanzada una bomba que explotó bajo el automóvil del coronel Merizzi, miembro del séquito, que resultó herido junto a otro acompañante. No obstante, la visita prosiguió con una tensa sesión en el ayuntamiento mientras el alcalde pronunciaba un discurso.
A la salida, del mismo, todavía acompañado por su decidida esposa en contra del consejo del propio Francisco Fernando, se dirigieron al hospital para interesarse por los heridos en el atentado previo.
En la confluencia de las calles Rodolfo y Francisco José, al disminuir el coche su marcha para rectificar un giro equivocado, el joven estudiante bosnio pro-serbio Gavrilo Princip, miembro de la sociedad secreta Mano Negra, partidaria de la Gran Serbia, se aproximo al vehículo del Archiduque y con un revólver disparó varias veces a quemarropa; el archiduque fue alcanzado en el cuello y su esposa en el vientre; llevados al palacio de gobierno fallecieron en el camino, al parecer sin haber recuperado la consciencia.
Este hecho que sería el detonante de la Primera Guerra Mundial. Todo había ocurrido tal como Monseñor Joseph von Lanyi lo había soñado unas doce horas antes.
Fuente de Datos:
* Gran Enciclopedia Gráfica "Lo Desconocido" - Profesor Jiménez del Oso
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